Pocos lugares en el mundo cuentan con un pasado tan intenso como Córdoba.
Aunque la memoria histórica de nuestra provincia se remonta a tiempos pretéritos y civilizaciones de múltiples orígenes, son las culturas romana, musulmana, judía y cristiana las que han dejado huella en las formas, costumbres, arquitectura y estilos artísticos de la ciudad.
La córdoba romana tuvo el privilegio de ser nombrada Colonia Patricia por el Emperador Augusto.
Durante la época musulmana, la mítica urbe vivió un momento de gran esplendor, llegando a ser capital de todo el occidente islámico, acogiendo entre sus murallas las personalidades más importantes de la ciencia y el saber del momento.
En 1236 el rey cristiano Fernando III conquista Córdoba, comenzando así una nueva etapa para la ciudad. La convivencia no estuvo exenta de trifulcas y luchas. Sin embargo, no se encuentra en otro lugar la coexistencia armoniosa de judíos, cristianos y musulmanes tal y como se da en Córdoba durante el medievo.
Un paseo por los enigmáticos barrios de la localidad, por las empinadas y serpenteantes calles de muchos pueblos, transportará al viajero a épocas pasadas donde el colorido de sus balcones y patios y el alegre repiqueteo del agua en sus fuentes le permitirán disfrutar del embrujo de una provincia multicultural.